Sniff sniff

Sniff sniff - I

Cuando llego a un sitio nuevo, ya sea una casa, una provincia o un país, el olor es una de las primeras cosas que llaman mi atención. En Lima es fácil (o era), bajabas del avión al aire libre, chocando con humedad y harina de pescado. En Argentina el primer olor que tuve fue el de la manga del avión y del aeropuerto... olor a aeropuerto. Recién cuando salí pude sentirlo, aunque lamento no poder definirlo. Era frío, pero verde. Definitivamente, olía a verde.

Sniff sniff - II

El cigarro se está volviendo uno de los aromas más habituales. En donde me quedo, todos fuman. En el curso, todos fuman. No sé si será especialmente en estos dos lugares, pero no importa donde, puede ser el cuarto, el comedor, la sala en donde se dicta la conferencia... "tienes fuego?" y aunque no haya ceniceros, ahí ta el pucho. Luego fuimos un rato a un bar, por un momento me sentí en Barranco, pero en lugar de canchita serrana, me pusieron maní. En lugar de Pilsen, Stella Artois, lo único que me quedaba era el chopp y la mesa de madera. Y bueno, el olor a pucho. Sniff.

Sniff sniff - III

Ayer me acosté medio triste. En un limbo extraño. Esto me está gustando y me he dado cuenta que me voy demasiado rápido. Sábado y domingo serán cosumidos por el curso durante todo el día. De ahí sólo queda lunes y martes para conocer. Me quedará corto. Sin embargo, ya extraño (sobre todo a ti, sabés que te extraño?), y eso me dio penita. Pero ni modo. Adelante, no?

Sniff sniff - IV

Hoy me desperté congestionada. Con calor, pero congestionada.
Pero son solo seis días... no vale enfermarse.