La expectativas y realidad del día del cumpleaños

No, no pido mucho. Sólo que a veces deseo, en secreto, que el día de mi cumpleaños sea un día especial no sólo para mí, sino para todos.

Ahora no lo sé porque tengo las cortinas cerradas, pero cuando salga de mi casa para ir al trabajo (porque OK, entiendo que no podemos hacer de este día un feriado - mentira, no entiendo, no es que la gente trabaje los viernes), todos TODOS los vecinos, muy de buen humor, me saludarán y dirán feliz cumpleaños.

Luego llegaré a la estación del bus, y los que esperan todos los días el bus conmigo, sabrán que hoy es mi cumpleaños y empezaremos a bailar.

Llegaré a mi oficina y habrá globos y torta (aunque estemos en Holanda, aunque la costumbre sea que el cumpleañero lleve la torta, aunque no me guste la torta). Hoy por mi cumpleaños, será uno de esos días en que no tendré que reiniciar mi computadora dos veces para que funcione, y quizá cuando habrá google, me daré cuenta que el doodle del día me conmemora a mí. Hoy seguro que el doodle dirá Gooo30gle con letras festivas. I know it in my heart.

La rutina se repetirá de regreso a casa y sin darme cuenta, los bailarines me han guiado a un salón gigante, en donde esposo me espera para bailar.

Y por qué no?! Quizá hasta mi tetera me empiece a cantar.

Digo, hoy quizá sea uno de esos cumpleaños... o quizá, sea aun mejor.
Ya les cuento.

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Nota al pie: buscando los gifs para este post, me di cuenta que Google si sabe que es mi cumpleaños, yo sé que sólo yo lo veo, pero díganme que ustedes también y que el doodle del día es este para ustedes también.

Y tú qué sabes, quizá es porque Google lee mi blog. 

Oigan, hoy creo que también es mi post MIL. 

Que venga el recuento!! (en otro post, porque tengo que ir a chambear y a saludar a todos mis vecinos).

De que cumplo 30 y necesito renovar mi wishlist (además, como dice Calamaro)

Hola, yo soy Mu. Y bienvenidos a mi semana de cumpleaños!

No, lo lamento, no tenemos sorpresas pero si quieres dejar tu regalo, puedes hacerlo cualquiera de estos días en los comentarios.

Se siente bien esto de cumplir 30. Es como que "estoy lista", ya tuve sufi de los 20 y si te tomas tu tiempo, verás que documenté todos los ups and downs (y más downs) de mi vida. No puedo negarlo: me divertí... pero como lloré. Pero también me reí. Ademas, como dice Calamaro:

Dicen que para escribir

es indispensable sufrir

y no puedo quitarle razón a tantos poetas

(Y yo escribí bastante).

Pero eso sí. Si la vida fuese un juego (que a veces estoy segura que lo es), "los 20" fue uno de los niveles en que digo: lo pasé, y lo gané. Entro a los 30 con todas mis fichas y en buena compañía. Claro, hasta que viene Calamaro y dice:

Sé que estoy en el medio de ningún lugar

Que todavía tengo mucho que perder

Pero por eso, hemos (Calamaro y yo) decidido renovar el wishlist porque si bien quizá hay mucho por perder, yo soy Mu (la optimista y soñadora) por lo que más aún hay para ganar. No Calamaro? Sí, dice. Luego dice:

Buen día, el futuro es posible como somos

Y empiezo yo: 

#1. Necesito un nuevo hobby. Llevar mi bolsa de gym todos los días a la chamba (para terminar yendo menos de la mitad) no es más que un intento de hobby. Si bien quiero volver a intentar la media maratón, todo depende de mi #2. 

#2. Le quiero dar un nieto a mis papis. O nieta. El instinto maternal se me sale por las orejas (qué maleado como vino de la nada, sin invitación y sin avisar - como que un día me desperté y dije "ya, cómo haríamos?").

#3. Tres países más. Porque seamos realistas, cada vez que me tomo vacaciones decentes, me voy a Perú, o Nueva Zelanda cada dos-tres años (pareja internacional). Cada uno de esos viajes se traga la plata y los días de vacaciones. Hace cuatro años que estoy en Europa y sólo conozco cinco países creo (pero bueno, considerando que toda mi vida viví en Perú, y solo conocí Argentina, y aún no piso Piura... nos queda claro que viajera no soy). Ok, que sean cuatro.

#4. Quiero ser regia. El de la eterna lista, pero querer es poder, no? 

#5. Quiero una chamba que me complete, no solo el bolsillo, sino la cabeza y - por qué no - el corazón. 

Y por ahora me detengo, porque no podemos prometernos mucho, además, como dice Calamaro:

No sé si tengo lo que quiero

No sé si quiero lo que tengo