6.16.2006

Dejenme salir!

Debo haber visto mucha serie gringa de chibola porque siempre tuve esta idea de poder escaparme de mi casa sin que mis padres se den cuenta, con solo abrir mi ventana. No necesitaba tener un motivo en especial, solo quería conocer qué se hubiera sentido poder coger unas cuantas cosas y escaparme, siempre por la ventana porque así lo hacían en las series gringas. Así lo hizo Stephanie de Full House, así lo hizo probablemente la novia de Zack en Salvado por la campana, como también lo hubiera hecho Kevin Arnold, o la menor de los Cosby.

(Seguiría, pero me saturé de información para mi tesis y mi cabecita anda con la memoria virtual sobrecargada)

El problema fue que nunca pude hacer esto, porque en Lima no es como en los suburbios de los estudios de NBC, ABC o WB. En Lima, luego de toda ventana hay un muro, si es que antes no hay una reja. Y para colmo, en mi casa siempre ha habido un segundo o tercer piso que me impidiera sentirme "libre". Repito, tampoco me sentía en prisión, simplemente quería saber que se sentiría.

Mi primera casa fue un departamento, en un tercer piso. La ventana de mi cuarto daba a los patios del edificio, la del cuarto de juegos daba al jardín del primero piso, y la ventana a la sala, a los garajes. Si me hubiera podido lanzar, y si no me rompía las piernas en el intento, hubiera tenido que todavía abrir la reja. Demasiado complicado.

Mi segunda casa tenía las ventanas al jardín. No podía escaparme de mi cuarto por estar en un segundo piso. Pero tenía esta magia que no tenía mi primer departamento, que las ventanas del primer piso empezaban a la altura de mi rodilla, con lo que solo hubiera bastado salir por ahí (cosa que hice muchas veces) para poder escaparme. Pero nada. Me escapaba al jardín que luego daba a un muro. Bien podría abrir la puerta y quitarme, pero sonaría la alarma boxer que teníamos instalada, y además, mi madre se quejaba que ensuciaba las paredes con mis zapatos. How daredevil could I be!

Finalmente, me mude a esta última casa, ya tenía 14 años pero las ganas no se me habían ido. Y ahora era perfecto porque mi cuarto estaba FINALMENTE en un primer piso. Mi ventana daba al garaje y no teníamos ninguna alarma, solo una puerta más de la que nadie tenía porque darse cuenta. El plan perfecto.

Pero no.

Parece que mi madre siempre vio en mí este gen con complejo de pajarito que busca salir de la jaula, y dijo que mi ventana bajo el techo del garaje me quitaba la luz, y la movió a la otra pared, la cual daba a su cuarto. Además le puso rejas, y además, mallas mosquiteras.

Qué problema.

Por eso entiendo perfectamente a Linus en el comic del día de hoy.

11 comments:

  1. Yo me escapé de mi casa cuando era chiquitilina pero demoraba horas metiendo todos mis juguetes.

    Luego partía muy seria, hasta empacaba mi milo! caminaba hasta más no poder luego me ponía a jugar por ahí. Hasta que me cansaba y regresaba y le contaba a mi mami tooodooo lo que había hecho!!

    Todo en provincia, por supuesto. Donde en mis tiempos la puerta andaba abierta siempre.

    :D



    Fille Picolina sans des picolins!

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  2. pregunta: Cómo creo mi propio link???

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  3. Idem Mu!!! Yo también tuve siempre esa ansiedad x escaparme cuando era chiquita. Cuestiones logísticas siempre me lo impidieron.

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  4. Anonymous11:49 pm

    Yo aún tengo ganas de escaparme de mi casa sobre todo cuando tengo miles de cosas por hacer:)

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  5. Yo no pude hacerlo hasta los 11 años, que pude vivir en provincia por un tiempo. Ahí sí, y era genial.
    De regreso en Lima la cosa fue perdiendo sentido, quedando totalmente sepultada el momento en que me dijeron "Hijo, ésta es tu llave de la casa." Desde ese momento, "escaparse" de casa, cobró totalmente otro sentido, y en realidad hacerlo fue más fácil. La complicación a los 16-17 años ya no era escaparse... sino regresar sin que nadie se de cuenta!

    Obviamente también recontra influenciado por las series gringas que marcaron nuestra época. De la misma forma que escaparse por la ventana era una gran inquietud, otra siempre fue tener un "escondite secreto" o juntarte con tus patas y "sincronizcar relojes"!

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  6. Jajaja...me hizo acordar a algo que leí...lo acabo de googlear porque se me olvidó como era exactamente:

    Un día al maestro Seng-tsan se le presentó un joven que declaró:

    “Vengo porque busco la liberación”

    “¿Quién te ha encadenado?” Le preguntó el maestro.

    “Nadie”

    “Entonces ya eres libre”

    (Las Cadenas - Cuento zen)

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    Abrazos

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  7. Yo me escapé de mi casa cuando tenía 4 años porque no quería tomarme la sopa... Me fui a la casa de mi abuelita que quedaba al lado de mi casa... bien monse mi escape pero mis papás se llevaron un gran susto y nunca más me obligaron a comer nada...
    Lindo tu blog!, te seguiré visitando..

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  8. Como Mafi no le gustó la sopa.

    :D

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  9. Si, a todos creo nos ha atacado la misma sensación. la mia fue de quere escaparme en la madrugada...queria ver como era la ciudad a las 3 am cuando todos dormian, fue un escape bacán...aun me sigo preguntando porque regresé...a lo mejor porque solo tenía 12 años, no?

    (Oye, eres la primera mujer q comenta en mi blog...wow...q está pasando, eh?)

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  10. Tu botón está genial!:D

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  11. que boton?

    y que tal con pierre? me alegro que lo conocieras

    pierre es lo maximo

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