En mi vida, me han regalado libros varias veces. En muchos casos, libros que no valoré hasta muchos años después. Me pasó por ejemplo cuando yo tenía quiza 13 años y mi padrino me regaló "El hombre que contaba". Luego del cordial agradecimiento, acompañado de la más cordial sonrisa, seguido por un -también cordial- abrazo, deposite el libro cuidadosamente en la biblioteca de la casa.
Lo encontré varios años después. no había mucho que hacer en esas vacaciones y decidí darle una leída. Me encantó.
Sin embargo, entre los libros que he recibido como regalo, sólo dos han tenido dedicatoria, una de ellas muy básica
Con Cariño, para Daniela de Gloria Andrea.
9/11/90
Pero la otra me encantó. Y ayer que vi el título entre los libros del Starbucks me acordé.
Estábamos en La Noche de Barranco. Toño Angulo presentaba su libro "Llámalo amor, si quieres - Nueve historias de pasión". Esa noche compré el libro y decidí pedirle su "autógrafo", no como se le pide a un ídolo de rock, pero sí como se le pide a alguien que admiras de cierta forma.
Ayer en Starbucks no me acordaba bien las palabras. Hoy abrí el libro y volví asonreir.
Llámalo amor,
si quieres
Nueve historias de pasión
Para Daniela,
estas historias de pasión
que en nada compiten
con la suya.
Con inmenso cariño
Toño
07/12/04
Y es que puede haber escrito eso en más de un libro, pero mientras esté en el mío, lo siento mío.
Recibir un libro como regalo es algo poco frecuente. Mi padre siempre regalaba libros para toda ocasión,con dedicatoria incluída (que contenía mensaje claro y explícito acerca del objetivo del presente)y a pesar que a veces le advertíamos que el agasajado no leía ni las señales de tránsito.
ReplyDeleteSi mal no recuerdo, "El hombre que contaba" es un cuento de Wilde.Pensé por un momento que era "El hombre que calculaba", de Malba Tahan.
La dedicatoria que escribió Angulo en tu libro es muy bonita.Y es valedera aún el la haya escrito en cien libros más o la haya imaginado en caso te conozca a fondo.
Guarda bien el libro, va a valer mucho en el futuro teniendo en cuenta que los compañeros van a mandar desaparecer cualquier ejemplar remanente de todas las librerías de Lima.Pienso que en estos momentos Angulo debe estar pidiendo asilo político en alguna embajada de un país remoto y distante, los brócccoli boy´s del partido de la estrella no aguantan los chismorreos maledicentes sobre su líder fundador.
Un abrazo/Schatz
yo me acuerdo que ese día estuve allí en la presentación. me acuerdo que pusieron la tele porque a Toño lo estaban entrevistando en hildebrandt y todos lo mirábamos. luego yo no tenía plata para el pasaje para quitarme a mi casa, osea tenía un sol asi que me quedé leyendo "las armas secretas" en las escaleritas de la puerta lateral de La Noche hasta q alguien me jaló creo. Me gusta la pareja que hacen Elsa y Toño. Cuando fui a su boda me llevé como 3 moldes de quesos metidos en los bolsillos del terno. q paja q tu también hayas tenido una linda historia.
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ReplyDeleteEra "El hombre que calculaba", de Malba Tahan. Que fue lo que puse? Era divertido porque todo lo resolvía calculando. Era alucinante.
ReplyDeleteComo sea, creo que Toño hizo su comentario conociéndome, pero más a mi parejo de esa época. Creo que eso fue lo más valioso.
Hola,
ReplyDeletePusiste "El hombre que contaba", que es en realidad un relato medio oscuro de Wilde.
Me imaginaba que era el hombre que calculaba, es una lectura más acorde para una niña de 13 años.Y el libro es alucinante, a mí también me fascinó.
Que tal historia que debes tener por contar. No se pierdan"La Pasión de Mu"
Saludos
Schatz
que espectacular la dedicatoria
ReplyDeletepierre: que bueno que no tuve recepcion carajo sino te llevabas todo
jajaja
jajajajaaja
ReplyDeleteel queso es mi rubia debilidad
Yo no tengo ningún libro dedicado... damm...
ReplyDeleteLo único que tengo dedicado es una harmonica del cantante de Blues Traveler (aquellos que cantaban Run Around o Hook allá por 1995), quién me escribió esto:
"JanoL Rock n' Roll" ... no imrpota que te se haya equivocado el nombre porque es mi ídolo igual.
Y de recepciones, la última me llevé sólo un golpe y un susto. Al caerme del bus que nos regresaba de pachacamac y mi cámara volando por los aires y mi cabeza estrellándose contra el asiento. Cosas de borracho yde recepciones.
Siempre regalaría El Principito, La Hierba Roja, El Perfume, La Casa Verde, y On The Road, sobre quesos prefiero los de Chiquián...imperdible.
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