5.11.2006

Él y yo

Nos conocimos de manera extraña, pues fue por Internet. Cuando vi su foto, fue amor a primera vista (creo que fue por su tono dorado). “Papá, este quiero”. Luego de su aprobación, cual matrimonio hindú, se encargó de hacer las negociaciones, acordaron una cifra y me fue entregado. Su nombre es Lucas y es mío hace más de dos años. Con él aprendí todo lo que sé, y sigo aprendiendo.

De chica, nunca pensaba en tener uno. Me perdía a tres cuadras de mi casa, y el tráfico me parecía imposible de llevar. Di por hecho que tendría un chofer, o que viajaría eternamente en taxi. Pero fue por necesidad autogenerada, y empecé con los trámites del brevete.

Entre tres amigos me enseñaron a manejar. Me monté en sardineles, arañé aros y originaba pequeños traumas en mis copilotos. Diegui creo que fue el más paciente (o el más valiente) y el que me llevó por primera vez a la avenida. Con eso, estaba lista…. O no? Licencia en mano, matrimonio acordado. Mi Lucas, mi primer auto.

El taller y yo

Con el taller no soy tan pata. Tanto así que acabo de cambiarlo. Es como llevar a mi bebé al nido por primera vez, espero se acostumbré, que no me lo malogren, que los otros carritos no lo molesten y que no se haga la caca.

Hoy dejé a Lucas en el taller porque ha estado quejándose últimamente. Siempre lo dejo con un poco de miedo. Soy nula, o no nula, pero bien básica en cuanto a carros. Siento que me ven el signo de interrogación en la cara y aprovechan para sacarme no sólo los quejidos por los que fui, sino una que otra lesión de Lucas y un par de lágrimas que botó por sus piezas sueltas (tendrá realmente las piezas sueltas?). Pero ni modo, no me queda más que creerle al mensaje “su taller de confianza”, agachar la cabeza y pasar la tarjeta.

Lo importante es que Lucas siempre vuelva. Más lindo que nunca y yo aún enamorada de él.

Miren, este es su bracito izquierdo. Tenía que repararle el espejo que se había salido pero tuvieron que hacerle todo esto por el seguro de espejos. Nuevamente me vieron la cara “es que hemos tenido que sacar todo, más el pegamento”… 40 soles. Toma.

5 comments:

  1. Suerte la de Lucas, le pasaré tu post a una persona que conozco y que trata a su carro como la madrastra de los cuentos y la inquisición

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  2. Me encantó tu affair con Lucas!!!

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  3. asi es, un carrito es como una mascota, hay que engreirlo, "vacunarlo", ponerle su SOAT, lavarlo, ponerle sus adornos, en fin, yo también adoro a mi Herbie...saluditos

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  4. Creo que di un parpadeo, regreso a tu página y veo que has escrito bastante. Lo de tu carro... se nota que lo quieres. El asunto con los mecánicos y los técnicos electricistas es el mismo. Son hábiles en la lectura del lenguaje no verbal. Y también para sacar lo máximo de plata o de repuestos que pueden ante incauto cliente. La solucion es que vayas con un señor varon que imponga virilidad. Así se ponen tranquilitos.

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  5. asi que este es el solllllllllllllll
    q loco
    me gusta el nombre lucas porque un personaje de cortázar alucinante se llama Lucas y porque uno de los loquitos del chapulín colorado se llama Lucas y porque creoq Lucas se llamaba el de la película My Girl o no sé. y también porque con una amiga ibammos a fundar una agencia q se llamara Lucas (sintesis de nuestros 2 apellidos Luy y Castro). anyway.

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