Pijamadas en base dos y demás controles remotos.

Los previos habían sido en el irish pub, donde a viva voz un grupo de seis locas habían estado cantando a coro con un grupo que solo ellas conocen (ellas y unos cuantos más). Para eso, ya había pasado por las gargantas vasos de ron, cerveza, pisco sours y demás cocteles exóticos que avecinaban una de esas noches que merecían recordarse: una pijamada.

En el colegio, las pijamadas eran la excusa perfecta para llegar a la perdición. Con mis amigas, nuestra bebida era el cabo blanco light con coca cola y limón. Realmente fanáticas de esa bebida que al día siguiente nos tenía tan indispuestas que entendimos el porqué del "light" en su nombre. (que tal eufemismo eso de indispuestas). Claro que hablabamos de chicos, de la vida, del sexo y el amor, bailábamos entre nosotras y poco a poco ibamos cayendo una por una (siempre yo primero...)

Pero hemos crecido.

Se sugirió ver una película porno, pero felizmente el hermano de mi amiga (20 años) no tenía (habrá sido cierto?), y mientras R terminaba la mitad de la botella de ron (no más cabito), todas conversábamos bien ladies con un vaso de whisky que solo algunas terminamos (yo no). Y bueno, quizá el trago ya no sea el mejor amigo de una pijamada, pero se dieron las infaltables conversaciones de sexo, o debería decir Clases de Educación Sexual (cómo fingir un orgasmo 1 y 2), las conversaciones del amor y el desamor (malditos! pero los queremos tanto... pero malditos!), la vida y sus problemas, nuestros futuros, las opiniones sobre el matrimonio...etc. etc.

Hemos crecido.
- indeed

De ahí a dormir. Desayuno de San Antonio (no recomendamos pedir delivery cuando hace tanta hambre, sí recomendamos la butifarra y el pan con chicharrón) y a seguir durmiendo.

Y qué tenía que ver el control remoto?
- no sé, pero era tan grande...