4.18.2006

Lo mejor para el final

Acabo de tomarme una taza de café que me dejó, no un sabor amargo, sino todo lo contrario. Ese último sorbo me dejó con ganas de más... ¿Por qué siempre todo es más rico justo antes de acabarse?

Este post es por este café y por algunos de mis "broches de oro" favoritos:

- El final de la bolsita: chuparse los dedos luego de comer tortees
- El cierre de la décima de Sabina cuando tocó en Lima: "Vallejo... vallejo.... vallejo"
- Fresas con leche condensada: las últimas cucharitas de leche condensada rosada con su poco de acidito por las fresas
- El vino: "habiendo evolucionado en copa", esa última poca de vino, especialmente la de mi copa del jueves
- Los finales de películas que hacen todo: Closer, Memento, Casablanca, American Beauty.
- Los tonos: se han dado cuenta que la mejor salsa la ponen al final del tono?
- Cuando la copa esmeralda de Donofrio tenía ese merengue abajito...
- El orgasmo

Ahora, no todos los finales son siempre buenos, lo peor es cuando arruinan todo lo bueno anterior. Por ejemplo:
- En qué pensaban cuando hicieron el final de "Friends"?
- "No eres tú, soy yo"
- El dulce insoportable al terminar el capucchino de máquina
- La cuenta del sushi bar
- Este último post

4 comments:

  1. Yo tenía -aun quedan rezagos- la desesperante costumbre de comer por partes. Por ejemplo, un pollito a la brasa: primero la ensalada, después las papas, y al último, la desnuda, la virulenta presa que te dice: los otros ya fueron, porque me quedaré contigo hasta que te laves los dientes, o hasta que me pases con otra persona.

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  2. jaja... pero yo recuerdo que siempre dejaba las papas para el final. embarrarlas en alguna salsa y utilizar la última para limpiar el plato...

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  3. Anonymous3:34 pm

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