Una de sus mejores cosechas.
El clima fue propicio, la humedad justa, el calor humano.
En vista, es un blanco inesperado. Provocativo. Atracción extraña para quien suele preferir tintos.
En nariz, un aroma apasionado, huele a amanecer, a tierra húmeda, a chocolate y vainilla, a tulipanes. A novedad.
En boca, mezcla de cebada y vino. Tiene cuerpo.
Se queda.
Evoluciona.
Salud.
que chevere empezar el fin de semana con un post eroticón :o)
ReplyDeleteUuuuuuuuUUUUUUUuuuuuuuu!!
ReplyDeleteOye pero qué rico...
ReplyDeleteoh lala, mademoiselle + sommelier = mu
ReplyDeleteglu, glu, glu.
y más glu.
ula la
ReplyDeleteSalud!
ReplyDeleteMmmm...
ReplyDeleteSi sólo fuera un vino diría yo tb quiero....
Pero creo que este tipo de vinos son definitivamente de los que no se comparten...
Beso,
me dio sed
ReplyDeletesante!!!
nunca se me dio eso de la cata de vinos, soy malisimo, mi olfato no sirve. Aunque para este tipo de ctaas creo que ighual que con el vino, necesitas los 5 sentidos
ReplyDeleteEl vino es amigo de los buenos recuerdos. Brindo por ello, pero con tinto.
ReplyDeletey si lo usamos para sangria no más?
ReplyDeleteTe amo Mu!
ReplyDeleteMe has hecho acordar a la "especialista" Vallarino.... con sus comentarios tipo... "No, no tiene un toque de habanos, huele a CAJA de habanos"... semejante estupidez fue dicha por televisión.
ReplyDeleteNos leemos.