Post 501 y hacia delante

500 posts, dos años y pico, y sigo siendo yo pero mejor aprendida. Yo, mejor moldeada pero de plastelina, dispuesta a seguir cambiando formas y combinando colores.

Todavía sigo odiando los “tí” con tilde, pero eso no me libera de cometer errores –ortográficos y biográficos-. Tengo el ceño más fruncido que antes y el cabello más largo que cuando empecé. Aún soy adicta al café, obesa mental, bulímica wannabe, y altamentecotizadaenlabolsadevalores para mí y mi papá. Sigo avanzando antes de ponerme el cinturón de seguridad, y eso no sólo cuando manejo. Tengo SOAT en el auto, pero no para la vida.

Cada post fue como mirarme en el agua, un poco yo, un poco distorsionada. Cada comentario, una palmada en el hombro. Y cada bloqueo, una promesa personal de volver renovada, quizá con alguien de la mano, o con la mirada más centrada o, de lo contrario, con los mismos lentes morados sobre el mismo ceño fruncido y siendo la misma, la de siempre, la mu.

Post 501 y A VER!