Ella es mu

A mu le gusta correr por el malecón de miraflores porque a la izquierda tiene los parques y el mar, y a la derecha, entre tanto edificio chévere y no tan chévere, la casa más bonita de Lima. A mu también le gusta no hacer nada, tirarse sola o con su enamorado en la cama y no hacer nada sabiendo que tampoco hay nada que hacer para mañana ni después (o hacer todo, if you know what i mean). Entre los mayores placeres de mu, están el vino, la buena comida y el sexo (no necesariamente en ese orden), le gusta salir a tomar un café con una amiga, hacer crucigramas y encontrar errores de tipeo en publicaciones importantes.

A mu no le gustan las señoras que manejan vans de movilidad escolar vestidas con sus buzos fosforescentes y sus zapatillas blancas porque mientas esperan la salida, no hacen más que chismear con otras de su tipo (más señoras de movilidad), luego manejan horrible y tocan la bocina desde las 6.30 de la mañana; tampoco le gusta la gente que no usa los puentes peatonales en la carretera o en la costa verde (hoy casi mato a un huevón e iba a dudar sobre si me daba gusto o no). A mu no le gustan las niñas que se creen grandes, los chibolos que fuman cigarro por sentir y verse “cool” y las chicas que sólo hablan de chicos y que todos los días les gusta uno distinto. No le gusta leer las palabras “ti” y “vi” con tilde, ni las mayúsculas en el Messenger, tampoco le gustan ni la pizza con sabor a gringo, tampoco el tequila, ni los caramelos de menta después de la comida .

De pronto me sentí un personaje de Amelie.

Amélie: [whispering in theater] I like to look for things no
one else catches. I hate the way drivers never look at the road in old
movies.